El serranito que siempre se atraganta

El serranito que nunca nos pimplamos...

Crónica de la Jornada 2 de la liga 2018/2019: CB ANRES 37 MENTA BASKET SEVILLA ESTE 50

Érase una vez un serranito. Jugoso, con su pimiento y su loncha de jamón, rociado con una montaña de patatas fritas y su cucharón de alioli. Si está leyendo estas líneas, seguro que se le viene a la cabeza el bar Menta de Sevilla Este. Pero a la plantilla del CB Anres solo puede pensar en su bestia negra. Tres veces se ha jugado el pan -y sus condimentos- con el Menta Basket Sevilla Este y tres veces se ha ido con la barriga rugiendo a horrores.

El año pasado ya se vivió esa aventura de ser crujido a triples (54-38) y el no meter ni una en el duelo de vuelta (27-51). Llegó nueva temporada y con cambios en el rival -tienen un conjunto en Primera y otro en federados-. Y, mientras, el conjunto azurillo iba con V de Vendetta grabada a fuego. El arranque fue fulgurante. Un parcial 8-0 y terminar el primer cuarto con una ventaja de diez puntos. Pero quedó como un petardo que suena, echa algo de humo y, puf, desaparece a los pocos segundos. Contextos arbitrales e históricos aparte -mejor no abrir esa puerta-, el CB Anres se diluyó como un azucarillo. Salvó los muebles al descanso, todavía por delante en el marcador, pero solo con Luis como único elemento salvador en ataque. Se fallaba dentro y fuera de la zona.

Los 20 minutos finales sirvieron para confirmar la tendencia. Los Menta imprimían una mayor intensidad a su defensa y los anresistas, mientras tanto, se ofuscaban en su propia dinámica y los elementos externos. Es muy habitual en este club y, a estas edades, ya es difícil hacer cambiar las malas costumbres. Y ahí, entre resuello y resuello, se fue muriendo el partido hasta el 37-50 definitivo. Unos se fueron a comer serranitos y otros a enjugar las heridas con una buena Cruzcampo.