1.Para los que no le conozcan, ¿quién es Daniel Abello Torres?
Pues Daniel Abello Torres es una persona muy alegre, bromista, positiva y, sobre todo, intensa. Me encanta siempre sacar alguna sonrisa a las personas de mi alrededor y algunos temen mis momentos de ataque de monologuista. El clásico amigo fatiga y amante del baloncesto.
- ¿Cuál ha sido su trayectoria deportiva hasta la fecha?
Comencé a jugar al baloncesto con 13 años en el Miguel Servet. Era el equipo de mi barrio y donde estaban apuntados mis vecinos de bloque. Allí jugué hasta los 17 años y cambié el color naranja por el azul del Anres. Tras dos años en el equipo de Sevilla Este cambié a las “avispas” y creo que son ya casi 15 años en la Jugo, con un único parón de un año para jugar con mi hermano. La familia que se elige.
- ¿Ha practicado algún deporte aparte del baloncesto?
Imagino que como todos. Paso fugaz por natación, atletismo, fútbol y gimnasia artística, para practicar durante años el Karate. El baloncesto fue el único deporte capaz de engancharme hasta la actualidad.
- ¿Cómo conociste la Jugoplastika Split?
Pues no sé cuántas veces me lo habrá contado mi grandísimo amigo Juan Manuel, pero es lo que tiene tener una nefasta memoria. El “dictador” y dueño del club, el querido Juanma, era compañero de batallitas fuera de la pista, hasta que utilizó su poder de seducción y me ató a la Jugo. Me sorprende ser de los más veteranos del equipo, pero mientras no sea el más viejo…se lleva mejor.
6.Llevas el 31, ¿por algo en especial?
El 31 fue mi segundo número en el mundo del baloncesto. Cuando comencé a jugar al baloncesto llevaba el 10 a la espalda. Un poco futbolero, ya que tampoco tenía mucha idea de baloncesto. A los pocos años me cambié al número actual, el 31, y el culpable no fue otro que Reggie Miller. Los que me conocen saben que si juntas a un anotador compulsivo y una celebración/gesto, el jugador me tiene ganado y él fue mi ídolo durante mucho tiempo.
7.Lo que más te ha sorprendido del equipo.
Pues podría tirar del clásico buen ambiente pero realmente no me sorprende, ya que es algo en lo que se viene trabajando desde hace mucho tiempo y se logró hace años. Lo que más me sorprende es que con el paso del tiempo todo vaya a mejor. Más fichas ocupadas, entrenamientos de 14-16 jugadores cada jueves, convocatorias de 12 para los partidos y todos arrimando el hombro. Ojalá dure lo máximo posible.
- ¿El mejor momento?
Yo soy una persona que disfruta mucho del día a día. Disfruto de los partidos, de los post-partidos y de las quedadas. Por suerte, este equipo ha podido celebrar 3 ascensos consecutivos, muchas fases finales y un título. Para lo tremendamente malos que somos no nos podemos quejar. Pero me quedo con todo, con vernos y disfrutar de nosotros en cada quedada.
- ¿Y el peor?
El peor creo que muchos sabrán cual es. No todo el mundo es capaz de comerse una pared de hormigón jugando un partido que se ganaba por 34 puntos y tener los dos brazos escayolados a la vez durante meses… Por suerte ya eso queda en el pasado y el “nuevo Dani” sigue teniendo cuerda para rato (mientras no haga más la automorición).
- Pasando a la vida extradeportiva, ¿a qué se dedica?
Actualmente me dedico a pasar más de media vida en una biblioteca. Soy maestro de Educación Física y la vida del opositor no suele tener mucha miga aparte de pasar horas y horas delante de los papeles.
- Un deseo para esta temporada
El deseo es, como imagino, el de todos. Ganar todos los partidos posibles y salud para todos. Evitar las lesiones, con las edades que tienen algunos compañeros del equipo (semiancianos), es lo más importante. Bromas aparte, disfrutar de cada partido y post partido con los míos y que el proyecto de la mini Jugo siga creciendo.