Jornada 9: Golpe bajo en el último minuto (Jugoplastika 39-40 Mamba)
Lo de este partido empieza a ser un clásico del IMD, un choque de alto voltaje donde siempre pasa algo inesperado. La primera mitad fue un recital de Jugoplastika, que jugaba con la confianza de quien lleva bien las riendas del partido. Pero entonces, llegó el punto de inflexión: un encontronazo entre Alberto y Pablo que despertó a Mamba como si hubieran pulsado el botón de turbo.
Manu Mora se puso en modo francotirador y clavó 4 triples, mientras que los visitantes empezaban a remontar punto a punto hasta culminar la remontada en el último minuto. Álvaro, con 10 puntos y una actuación seria, intentó salvar la situación, pero esta vez la moneda cayó del lado rival. Derrota dolorosa, de las que hacen apretar los dientes.
Parciales: 13-9, 12-9, 7-10, 7-12
Jornada 13: Tiros libres y lágrimas (Jugoplastika 41-44 Los hombres de Alberto)
Este partido es el típico que se decide por detalles… y vaya si lo fue. Igualdad absoluta, defensas feroces y ataques que tenían que sudar cada punto como si fuera oro puro. Pero cuando el partido entró en su fase decisiva, el número 18, Ricardo, decidió que era su momento y se puso a repartir triples como si fuera una tienda de regalos.
El momento clave llegó desde la línea de tiros libres: 15 de 18 en el último cuarto para los visitantes, frente a un catastrófico 1 de 4 de Jugoplastika. Sí, UN SOLO TIRO LIBRE en el momento clave. A este ritmo, van a tener que abrir un cursillo intensivo de “cómo no fallar desde la línea”.
Pani fue el máximo anotador con 11 puntos, seguido de Kike y Juanma con 8 cada uno. Pero al final, lo que contaron fueron los pequeños detalles… y los malditos tiros libres.
Parciales: 10-3, 4-12, 16-12, 11-17
Jornada 15: La venganza se sirve en caliente (Jugoplastika 57-49 Bistiboys)
Si la primera vuelta dejó una herida abierta tras ir perdiendo de 22 y acabar cayendo por 6, este partido era personal. Jugoplastika salió con una misión: lavar su orgullo y recordarles a todos quiénes son.
Dani Abello y Kike sacaron la artillería con 12 y 11 puntos respectivamente, asegurando que esta vez la historia no se repitiera. Pero ojo, que el número 0 de Bistiboys hizo un destrozo con 22 puntos, repartiendo ganchos en la pintura como un boxeador con hambre de KO.
Aun así, Jugoplastika mantuvo el control, ganando cada parcial y demostrando que la mala racha estaba quedando atrás. Recuperaron sensaciones, orgullo y, de paso, el basketaverage. Como para no celebrarlo.
Parciales: 12-13, 15-10, 16-13, 14-13
Jornada 18: Golpe en la mesa ante el líder (Aleixandre 45-49 Jugoplastika)
Y llegamos al partido de la resurrección. En casa del líder, con la presión de recuperar confianza y demostrar que Jugoplastika sigue en la pelea. Si alguien esperaba una debacle, se equivocó.
El primer cuarto fue un toma y daca, con Kike encendido y los locales respondiendo a base de triples. Pero el segundo cuarto fue una auténtica obra maestra defensiva: 16-0 de parcial. No, no es una errata. 16-0. La segunda unidad de Jugoplastika sacó los colmillos, y el banquillo visitante silenciaba hasta a los espectadores más ruidosos.
La segunda parte fue un continuo “quiero y no puedo” de los locales, que intentaban remontar sin éxito. Álvaro y Pani lideraron el ataque con 10 puntos cada uno, mientras que Amador y Ale aportaban ese nervio necesario para mantener la ventaja. Un partido con oficio, inteligencia y, sobre todo, una victoria que sabe a gloria.
Parciales: 14-14, 0-16, 15-6, 16-13
Conclusión:
Del drama al renacimiento (o eso esperamos)
Tres derrotas seguidas, tiros libres fallados como si fueran una maldición gitana, encuentros perdidos en el último minuto… Vamos, que Jugoplastika parecía estar en plena crisis existencial. Pero entonces, como el ave Fénix (o más bien como ese colega que siempre dice “este año me pongo en forma” y por fin pisa el gimnasio en marzo), el equipo decidió resucitar.
Ganar en casa del líder no solo sube la moral, sino que además deja claro que, cuando los de Split están enchufados, pueden pelear contra cualquiera. ¿Se mantendrá la racha? ¿Se volverá a la senda del drama? ¿Seguirán los tiros libres siendo una lotería? Lo único seguro es que el próximo partido nos traerá más emociones fuertes… y alguna que otra taquicardia.