Juanma llegó al pabellón con su habitual parsimonia y sintiéndose protagonista en la previa por su 40 cumpleaños. Como si de un ritual de relajación se tratase, el pívot cuarentón saltó a la pista prácticamente sin calentar, mientras sus compañeros se afanaban por estar a punto para el choque y por bajar las canastas del complejo deportivo que hicieron que se demorase el inicio. Ya saben que en esta ciudad es más fácil que bajen palmeras que canastas. Lo cierto es que Juanma fue el MVP del partido después de firmar un segundo tiempo fantástico. Si calentara y tuviera una década menos, sería capaz de hacer un partidazo de principio a fin.

Sorprendió la actitud de David Macías. Un tipo calmado y reflexivo, salvo cuando tiene que hablar de la cantera del Caja San Fernando. Su enfrentamiento con el árbitro estuvo a punto de costarle la descalificación. Cuentan las malas lenguas, que el expívot cajista quiso borrarse del partido para llegar el primero al bar y pedirse unas birras y un señor serranito, hecho que protagonizó después mientras algunos compañeros aún estaban duchándose. Técnica depurada la del serranito de David, pero mucho mejor es la de su tiro, que apareció tras el descanso para sumar puntos que dieron vida a la Jugo.

Para acabar con el análisis del juego interior, diremos que el debut de Isaac Alonso con la elástica morada fue de ensueño. Tuvo sus minutos, anotó un punto, animó desde el banquillo como el que más y se hartó de comer y beber en el postpartido. Un gran acierto de la secretaría técnica. Dará mucho juego entre ronda y ronda.

También debutó con la Jugo en partido oficial Pani, el benjamín del equipo. Aportó mucho en defensa, y aunque ayer estuviera obcecado, se dará cuenta con el tiempo que cada partido es una película diferente y que suma más de lo que él cree. No todo es meter, amigo Diego, aunque te estés hartado con la edad que tienes, hijo de puta. Ya veremos cómo te mueves por el fango, en la primera salida del equipo. Tienes un gran maestro en Álvaro que, a su vez, fue discípulo de Alfre (¡Te echamos de menos, Tito!)

De la Sota Satirona poco hay que decir. Tuvo tardes mejores, pero lo que da al equipo es bestial, sobre todo en las duchas donde saca a relucir su imponente físico. Un portento de la naturaleza. Ayer le dieron leña y no le pitaron ni una. Una vergüenza. Mucho colegiado dentro de la Jugo, pero el club sigue teniendo muy poco peso a nivel institucional.

Lo de Alberto Cabrera no fue un debut. O sí. Este tío aparece y desaparece como el Guadiana y la verdad es que he perdido la cuenta. De hecho, ayer estaba en Tomares jugando al futbito y a los 10 minutos se vistió de jugador de

baloncesto. Menos mal que se presentó a la cita porque con su intensidad el equipo cambió de dinámica y, sin duda, fue uno de los artífices de la remontada tras el descanso. Otro que da mucho juego en los posts. Magnífico fichaje, pero eso ya lo sabíamos, que se acostó con un sorprende 100% en tiros de campo y en rondas de cerveza. No se fue del bar hasta que se acabó el barril.

En líneas generales, el equipo estuvo bien, cada uno en su rol. Dani Alfo aportó mucho atrás (en defensa me refiero) con su físico y su intensidad no hay oponente que se le resista. Popi dispuso de minutos y siempre es un jugador que suma en facetas que no se ven. El trabajo sucio. Ayer estuvo excelso desde la línea de tiros libres. También comentó que se está preparando para una media maratón. De locos la tralla de este tío, aunque se le ruega que vuelva al club de la Coca Cola Zero después de partidos y entrenamientos.

Mención especial para Kike. Siempre dispuesto a todo. Siempre quiere jugar y siempre quiere irse el último del bar. Anoche se le calentó el pico y fardó de su faceta como galán. Ojo, “con pareja y dos niños”. Lo cierto es que dentro de la pista fue un coloso. No tuvo el día con su tirito marca de la casa, pero anotó un canastón en el primer tiempo, cuando más complicada estaba la historia.

Y, por último, la capitanía. El coach Charly, el “enlace” Dani Abello y aquí un servidor, con su 100% en tiro. Charly, como siempre, un tipo elegante en el banquillo, con el árbitro, con la mesa, dando buenos consejos, su pizarra impoluta y su mantra de “no amasemos balón”. Hay que decir que anoche fue superado en elegancia por su homólogo el entrenador de Maristas, que iba vestido de Armani, recién salido de un catálogo de revista o de Groucho. Quién sabe. Y mi “mano”, Abello, con su puntito de tiro libre y su siesta de después. Esa mano detrás de la silla y esas piernas cruzadas. Siempre preparado para cualquier batalla. Volvió a contar aquella de cuando se rompió los dos brazos. Mítica. Anoche, aunque no lo pareciera, tenía los dos brazos sanos.

Así fue la primera victoria de la Jugo. En un encuentro que contó con la inestimable presencia de Ramón y Leandro, que por diferentes circunstancias no pudieron ayudar al equipo en la pista, pero se notó su calor y su apoyo. Esta es la familia de Split: guerreros en la cancha, canallas fuera de ella.