“Unas mambas muy café, y nosotros más bien descafeinados”

Nos enfrentábamos a Mamba Tea, viejos conocidos, con los que siempre hay salseo del bueno. Partidazos, tensión, orgullo y canastas de las que se gritan fuerte. Pero esta vez… pues no fue una de esas. No nos salió ni una, y ellos venían en plan jefe final del videojuego.

Primer cuarto: “Tanteo, respeto y primeros zascas”
Todo empezó con un cuarto digno de combate de boxeo de pesos medios. Golpe aquí, respuesta allá. Kike sacó el carácter, se puso la cinta de karateka invisible, y tiró del carro. Pero los locales, con ese físico de gimnasio y confianza de influencer con aro nuevo, fueron metiendo poco a poco más que nosotros. Al final del primer round: 12-8. Nada grave, seguimos en la pelea.

Segundo cuarto: “Cuando te das cuenta de que esto va en serio”
Aquí Mamba decidió apretar el botón de turbo. Entre su alero con el dorsal 0 (que se cree una mezcla entre Kevin Durant y el repartidor de Amazon, porque entrega rápido y en todas partes), y su pívot que cogía rebotes como quien recoge rebajas en enero, nos empezaron a sacar ventaja. Jugoplastika lo intentaba, pero cada vez que metíamos una, ellos respondían con dos. Al descanso: 31-21. Cara de “no está perdido, pero tampoco pinta bien”.

Tercer cuarto: “El aro se convierte en portería de hockey”
A ver, que defender, se defendió. El esfuerzo estaba. La actitud también. Pero claro, si en ataque metes cinco puntos en diez minutos… complicado. Era como tirar pelotas de goma a una cesta de obra. En defensa frenamos un poco la fiesta rival, pero eso no servía si no metíamos ni los tiros de calentamiento. 43-26 y el cronómetro ya mirándonos con pena.

Último cuarto: “Morir con las botas puestas”
El partido ya estaba medio decidido, pero al menos no se bajaron los brazos. Ni uno. Los de Split siguieron peleando cada balón como si el marcador no importara. Y eso también es ganar, aunque no te lo pongan en la clasificación. Mamba, por su parte, se dedicó a controlar y asegurar el resultado, que para eso están arriba y saben lo que hacen.

Conclusión: “No fue nuestro día… pero no pasa nada”
Hay veces que se pierde y no pasa nada. Porque si vas al pabellón, lo das todo, y aun así la bola no entra, pues qué le vas a hacer. Mejor perder así, luchando, que con cara de “me quiero ir a casa”. Y ojo, que en tres días hay otro fregao: B&B se juega la vida y nosotros, el orgullo.

ANOTADORES DEL DÍA:
Dani: 10
Juanma: 6
Félix: 6
David: 6
Aleks: 5
Pani: 4
Isaac: 2

Próxima parada: B&B, partido aplazado de la jornada 12. Ellos se juegan el descenso, nosotros el honor. No sabemos qué pasará, pero seguro que dará para otra buena crónica.