Ya nada es seguro

Baño de humildad en Lasesarre. Nos creíamos invencibles en casa pero tarde o temprano esto tenía que pasar.

Nos enfrentábamos a Begoñazpi, un equipo joven y bien trabajado, el cual llevaba un comienzo de 6-1. Sabíamos que iba a ser un partido difícil y la verdad, no bajamos preparados para ello. A nuestra moral había que sumarle algo típico de nosotros, las bajas. Por ello, 8 valientes nos reuníamos para demostrar de lo que somos capaces.

Como no puede ser de otra manera, el partido empezaba de la mejor forma posible. Un parcial de 0-15 parecía que iba a sentenciar el partido en los primeros 5 minutos. Muchos fallos, pérdidas de balón, defensas locas… hacían que ellos tiraran sin mucha oposición. 4 triples en los primeros cinco minutos del partido es algo que no podemos permitir.

Aún así, algo que nos caracteriza es saber salir de los momentos malos, por ello, al descanso, en el marcador figuraba un merecido 29-30. Todo cambió en el segundo cuarto. Buenas jugadas, tanto ofensivas como defensivas, nos ofrecieron la adrenalina necesaria para venirnos arriba. La clave de ese cuarto se resume en dos palabras: INTENSIDAD Y CORAJE. Si no… ¿Alguien me puede explicar porqué metemos 9 puntos en el primer cuarto y 20 en el segundo? Uno de nuestros principales problemas es entrar en el partido, pero una vez dentro, no hay manera de sacarnos.

Y lo demostramos en la segunda mitad. Cuando intentaban irse en el marcador, no les dejábamos. Los minutos pasaban con el resultado bastante ajustado. Así llegamos a los últimos segundos, luminoso 60-63, posesión en nuestra mano. Tras una buena jugada, el tiro de tres toca aro, pero no entra. Ahí se iba nuestra oportunidad de empatar, después de esto, falta para dejar el marcador en el 60-65 final.

Esta derrota no tiene que apenar a nadie. Si algo está quedando claro, es que poco a poco nos estamos empezando a entender. Demostramos que somos capaces de todo, el único problema que tenemos es que no sabemos demostrarlo desde el primer momento. El día que despertemos, temblarán los cimientos del baloncesto bizkaino.

P.D: El cronista titular, cansado de no cobrar, ha hecho efectiva su amenaza y esta crónica está escrita por un pardillo, pero tranquilos, ya hemos hablado con el presidente y esta situación se resolverá lo antes posible.