La Semana Santa de Split

Vaya por delante mi admiración y respeto por la Semana Santa de Sevilla. Que quede claro que todo lo que expongo a continuación es una burla jocosa hacia los miembros de la Jugoplastika Split y que, en un ningún caso, mi intención es herir sensibilidades de los adeptos de esta tradición. De existir, la Semana Santa de Split sería más o menos así.

Sin duda, el pistoletazo de salida de la semana grande de Split lo daría mi gran amigo y hermano Charly. Un jugador que prioriza la necesidad de un botiquín de primeros auxilios a material deportivo, como por ejemplo (yo que sé) ¿balones para entrenar?, merece todo mi desprecio, además de salir el Viernes de Dolores. Seguro que se ha mudado al barrio de la Macarena para estar cerca del hospital y, de paso, agenciarse unas tiritas… porque con tiritas en los dedos se meten más triples, por supuesto.

¿Qué sería un Sábado de Pasión sin Alfre? Qué intensidad, qué sentimiento… y qué canalla. Todo hay que decirlo. Nuestro estanquero favorito hace y dice las cosas con un entusiasmo y una devoción por todos conocidos. Las Alfre-arengas antes de los partidos se han convertido en un ritual jugoplastiko indispensable. También habría que hablar de la Alfre-agenda (de ahí el canallismo), pero en esta ocasión no toca.

El siguiente en hacer estación de penitencia es Alvarito. El benjamín de la plantilla sale todos los Domingos de Ramos como nazareno de La Borriquita, situación que aprovecha para repartir a niños, especialmente niñas de 18-23 años (decretado por JM), insignias, pines, bufandas y banderines de la Jugo. Para un domingo que no arbitra y puede descansar, JM lo tiene explotado.

Continuando con los bases del equipo, Abello no es muy pródigo en este tipo de celebraciones, aunque sí es devoto de la Hermandad de las Apuestas y de la Santísima Cachimba. No sé cómo tendrá la muñeca, pero es el jugador con el móvil más caliente del IMD. De cara a la próxima temporada ha exigido al club, en contrato, disputar los partidos en pabellones con buen wifi y así aprovechar los tiempos muertos para apostar online. Lástima que la cachimba no quepa en el macuto…

¿Y dónde ubicar a Carlitos Pitt? Pues, muy fácil: en cualquier paso. Seguro que va más rápido y mejor que su coche, mientras las jovencitas del lugar le lanzan todo tipo de ropa interior. Sería romper con el decoro de una festividad solemne, pero JM es un hombre de negocios, sin escrúpulos, y ve un filón en un mercado semanasantero aún por explorar.

Turno para el MVP del equipo. Un servidor desconoce las preferencias de la estrella jugoplastika, pero en los mentideros de Split se dice que David Macías sale menos que El Cachorro. Desgraciadamente, la célebre cofradía del Viernes Santo se ha quedado sin salir en varias ocasiones debido a las inclemencias del tiempo. No sabemos si David sale mucho o poco, pero todo hace indicar, por su iniciativa y sus ganas en este tipo de eventos, que el virtuoso ala-pívot todavía cree que El Coto está al lado del Meliá de Nervión y que las mejores fiestas de Sevilla se celebran en El Palenque. Sus míticos bailes del limbo con el menisco desbaretao hacen las delicias de sus compañeros a la vez que irritan desmesuradamente a los servicios médicos de la entidad. Charly se lleva las manos a la cabeza.

Kike, Héctor y JM serían muy buenos costaleros. Pero no cualesquiera, sino los costaleros de La última cena con Jesús, los 12 apóstoles, Paco comiendo chicharrones y San Jacobos al güisqui y David López dando por culo. Los tres podrían llevar el paso del tirón, sin ayuda de nadie más, con solo un descanso (para hacer burpees, claro) y al ritmo de una banda de música tocando canciones propias de una clase de spinning. La interpretación teológica de la escena nos revela la traición de Luis (que se fue con otra) a Paco, de ahí que éste entre en depresión y arrase con la mesa. Por eso se llama La última cena, porque Paco agotó las existencias. También estaría por allí David López para enterarse de todo y hartarse de comer, a la vez que le espeta a Paco el mítico “te lo dije”. Desde aquí quiero romper una lanza a favor de Luis, un tío que se viste de torero por los pies. Sí, cometió un error muy grave en el pasado de no borrar esas fotos, pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse y a encontrar el amor. Paco, perdiste la oportunidad.

Popi y José tienen hechuras de romano. Sobre todo Popi, que daría la talla para representar al romano que a caballo apunta con una lanza a Jesús crucificado. Y es que nuestro polémico compañero, aparte de un gran tirador de triples, es uno de los jugadores que más estopa reparte de la competición. Los árbitros temen enfrentarse dialécticamente a él y muchas veces hacen la vista gorda. Sería uno de los damnificados si finalmente el IMD decide implantar el VAR cuando llegue la tecnología al baloncesto municipal allá por el año 2050. De José sólo puedo decir buenas palabras. Ejemplo de superación, sería un romano de los buenos. Desde aquí hago un llamamiento para emborrachar a José en la próxima quedada y, así, tener perlitas que contar.

Juanma 15 resucitó al tercer día, vio que era domingo y se volvió a acostar. El legendario pívot de la Jugo es el típico capillita que se punta a todo: si hay que ser costalero, se es costalero; si hay que salir de nazareno, se sale de nazareno… pero si ya somos suficientes mejor me quedo fuera para no arriesgar. Sí, Juanma 15 es de los que ven la Semana Santa en balcón, copita en mano, platito de frutos secos y monitor para ver la repetición de las mejores levantás.

Poco se habla de Junco. Nuestro artista más internacional se pasa media vida viajando de un lado a otro del globo y no tiene mucho arraigo a este acervo. De hecho, para Juan, una Semana Santa es que la suegra se quede con los niños siete días. Mejor así, porque vive y siente con tanto nervio y solera que podría representar perfectamente la figura del capillita intenso. Ese personaje de transistor en mano y auricular en oreja que se fuma todas y cada una de las cofradías de la carrera oficial (con sus Cruces de Mayo y todo), el que cuenta en el calendario los días que faltan para la siguiente, el que se lee todos los partes meteorológicos habidos y por haber y el primero que se entera cuando salta la noticia. Tú no corres, Juan… tú vuelas.

En definitiva, así es como la dañada y pérfida mente de un servidor concibe una hipotética Semana Santa en nuestra querida Split. Tiempo al tiempo, que el espíritu comisionista de JM no tiene límites y si el tiburón huele la sangre, la próxima presa está al caer. De momento, esto sólo es ficción y nuestra única presa debe ser ganar los partidos que nos quedan y subir a Primera. “Tos por igual valientes… ¡A esta es!”.