En ninguna parte

El domingo cayó la segunda derrota de la temporada. Caímos 60-42 ante Otxarkoaga en un partido que no supimos jugar desde el principio.

Más allá de ganar o perder partidos, normalmente se puede sacar algo de ellos. Pero, en este caso se me hace fácil sacar nada. Cuando el problema no es el árbitro es el campo, cuando no es el campo es nuestro propio entrenador… El problema somos nosotros mismos realmente, y es tan fácil quejarse como que cada uno trate de dar su mejor versión.

Cuando las cosas van bien (como en el último partido) llegamos a creer que somos los putos amos en esto, pero en cuanto aparece la adversidad nadie sabe cómo afrontarla.

Visto que está esta crónica se está convirtiendo en discurso, voy a ver si yo mismo pongo algo de mí para llegar a un camino que nos lleve a alguna parte. Porque ahora mismo no sé ni dónde estoy. ¿Y tú?